Barrio rico, barrio pobre

Publicado el 12 de octubre de 2025, 17:02

¿Son más felices quienes viven en la Rambla o en el Paseo o los que habitan en barrios más populosos cómo puede ser El Alquián o La Cañada? La pregunta no es baladí. Piensen un instante, aunque sólo sea un instante, en ello. Y es que en los últimos días hemos conocido la última estadística de declarantes de IRPF de la ciudad, que elabora la Agencia Tributaria, en el que la Avenida Federico García Lorca y el Paseo de Almería, junto con la Plaza de Toros y la zona de Catedral, son los barrios con mayor nivel de renta de la capital, con una media de 41.672 euros anuales el último año, un 9% más que el anterior. Esta es la cara de la capital donde viven los almerienses con mayor poder adquisitivo. La cruz la encontramos en barrios como El Alquián, donde sus vecinos apenas superan los 20.200 euros por habitante.

Los datos no desvelan nada que no conozcamos por el perfil de familias que habitan en los distritos señalados. Sin embargo, si nos sirven para comprender un poco mejor como evolucionan las rentas en la ciudad y, lo que es más importante, el crecimiento notable de los ingresos de aquellas familias que viven los barrios, entre comillas, considerados vip de la capital. Por contra, en zonas populosas como puede ser El Alquián, el perfil de los contribuyentes camina por la senda de ciudadanos con profesiones y oficios menos remunerados, a la vez que se suman los ingresos de los inmigrantes que ocupan parte de este barrio y que se dedican, de forma principal, a la agricultura.

Son más felices los que viven en la Rambla, el Paseo o en zonas más populosas como puede ser El Alquián o La Cañada. Piensen un instante en ello, aunque sólo sea un instante

La botella, como en otras ocasiones, la podemos ver medio llena o medio vacía.Si entendemos que el crecimiento económico del PIB (Producto Interior Bruto) de la capital viene manteniendo un crecimiento sostenido en la última década, tenemos razones más que suficientes para sentirnos optimistas. Si nos atenemos a los datos de los barrios más poblados, observamos que aún queda mucho trabajo por hacer. Trabajo que va más allá de las frías cifras y que se acerca más al de los servicios que estas zonas necesitan, a veces con más urgencia de la que creemos y que deben desembocar en la mejora de la actividad, en la llegada de nuevas oportunidades y en la progresión consolidada de habitantes que la ciudad mantiene los últimos años.

Argumentos a favor y en contra podemos usar cuantos ustedes quieran. Ambos, con seguridad, podremos entenderlos como válidos, a la vez que busquemos los caminos más directos o enrevesados para tratar de justificarlos. Los acepto. Sin embargo, y aunque pueda parecerles pretencioso, no creo que lo importante sea cuanto ganan o dejan de ganar las familias que habitan los barrios de Almería. Acabo intentando ir un poco más allá, alejándome del perfil económico para buscar el social. Y les hablo de de nuevo de felicidad o de bienestar. Piensen por un momento, aunque solo sea eso, un momento en la pregunta inicial: ¿el dinero no da la felicidad, pero ayuda a conseguirla o, por el contrario, esa sensación de placidez la logramos con otros elementos menos pecuniarios y más espirituales como pueden ser los sentimientos o la conciencia. Inspiren, cierren los ojos y respóndanse ustedes mismos. La respuesta merece la pena.

Dime donde vives y te diré cuánto ganas