Presunción de inocencia
La presunción de inocencia es un derecho fundamental que establece que toda persona es inocente hasta que se demuestre su culpabilidad a través de un proceso legal justo y con una sentencia firme. Esto significa que la carga de la prueba recae en la acusación y no en el acusado, quien no debe ser tratado como culpable a menos que su culpabilidad se haya probado más allá de toda duda razonable.
En la sociedad que nos ha tocado vivir, en la que todo está marcado por la inmediatez y la caducidad, con excesiva frecuencia damos por hecho situaciones que, ni por allí arrimado tienen nada que ver con la realidad. A lo largo de mis casi 40 años de carrera profesional en el mundo de la comunicación, un mundo sensible donde los haya y en el que la verdad y la mentira están separadas por una fina línea, es muy fácil caer en la tentación de jugar a ser juez, cuando como mucho sólo aspiramos a ser “notarios” de la actualidad.
En tantos años de ejercicio del periodismo las he visto de todos los colores. Pero hay más. Incluso lo que un día era blanco al siguiente hacía juego con el carbón más negro y si los años pasaban podíamos encontrarnos con toda la amplia gama del arco iris. ¿Qué quiero transmitir con estos argumentos? Sencillo. Que nada es blanco o negro, sino de color con el que se mira. Pero con ser esto importante, clave y vital para los afectados, quiero destacar que los juicios de valor, las conclusiones que llegan desde su realojo en el estómago, no son más que eso, conclusiones que llegan, premisas no ciertas o nada documentadas, con lo que las certezas nunca, o casi nunca, coinciden con los planteamientos palmarios iniciales.
Cuando llega el juicio sólo aquellos que imparten justicia, y con las pruebas adjuntas a la causa, son capaces de discernir lo sucedido y sentenciar de forma justa. Es entonces cuando llega el momento de opinar, alejados de espúreos intereses partidistas y con premisas ciertas para alcanzar conclusiones acertadas.
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Comentarios
Muy acertado todo.lo que dices
Se aventura rápidamente a opinar,criticar ,y a veces hasta despotricar,sin pararse a pensar .
Totalmente de acuerdo. Este artículo que has escrito te honra porque parece que se olvida el respeto a los Tribunales y a nuestra Constitución que lo determina claramente en el artículo 24,2 y sobre todo se hace un daño que no por anónimo y gratuito deja de ser cruel e irreparable y en el caso de que tras una Sentencia firme , resulte algún culpable es conveniente y pedagógico parafrasear a la pensadora Concepción Arenal quien defendía la necesidad de diferenciar entre el acto delictivo y la persona que lo comete. Es necesario y sano para la Sociedad que está condene firmemente el hecho delictivo , pero al mismo tiempo muestre conmiseración con la persona que lo comete , porque detrás de todo esto hay un serv humano.
Siguen ustedes pensando lo mismo, después de tantas citas al odontólogo, tanto sarro, tantas caries y tantas dimisiones por ir al dentista? Hay datos que desde 2016 caen por si propio peso. Incluso no viviendo en la tierra de mis Padres!